Que la memoria de JOSÉ FRANCISCO ALVARADO DIEQUEZ nos inspire a abrazar la vida con amor inquebrantable, coraje inagotable y gratitud infinita. En su recuerdo, sembremos semillas de resiliencia que florezcan en paz y esperanza, recordándonos que cada nuevo amanecer es una oportunidad para abrazar la vida con valentía y compasión. Que su legado sea el faro que ilumine nuestros caminos en los momentos de oscuridad, recordándonos que en el crisol de la adversidad se forjan almas fuertes y corazones generosos. Que su luz perdure en nuestros corazones, guiándonos hacia un futuro lleno de amor y esperanza.
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15 de marzo de 2024