En la quietud del recuerdo de José Maximiliano Maggi Bisquert, florece la certeza de que su luz seguirá guiando nuestros pasos con la suavidad de una brisa, recordándonos que en la humildad y la serenidad encontramos la fuerza para abrazar la vida con amor y esperanza, porque cada día es una oportunidad para sembrar semillas de bondad y gratitud en el jardín del alma, donde la memoria de quienes amamos florece eternamente. Que su legado nos inspire a cultivar la calma en medio de la tormenta, y a abrazar con ternura cada instante que la vida nos regala.
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9 de mayo de 2019