Que la luz del amor que Juan irradiaba siga iluminando nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud, de ser resilientes ante la adversidad y de buscar la paz interior en medio de las tormentas. Su legado nos inspira a abrazar la vida con valentía y a sembrar semillas de esperanza en cada paso que damos. Que su memoria sea un faro de amor inquebrantable, guiándonos en el camino hacia la plenitud. En su honor, sigamos adelante con fe y amor, construyendo un mundo mejor desde la esencia de nuestros corazones.
Publicado en el archivo
13 de marzo de 2020