Que la luz del amor que Juan Eduardo Romero González compartió con el mundo continúe brillando en cada corazón que tocó, recordándonos siempre que el coraje, la resiliencia y la gratitud son las semillas de la paz interior. En su memoria, cultivemos la esperanza, abrazando cada día con valentía y gratitud por las bendiciones que la vida nos regala. Que su legado nos inspire a superar los momentos oscuros con la certeza de que la luz siempre encontrará su camino a través de la oscuridad. Recordemos a Juan Eduardo con amor y esperanza en nuestros corazones.
Publicado en el archivo
12 de marzo de 2020