Que la memoria de Juan Enrique Ponce Villarroel ilumine nuestros corazones con su amor inquebrantable, inspirándonos a abrazar la vida con coraje y gratitud. Que su ejemplo de resiliencia nos recuerde que, incluso en la oscuridad, la luz de la esperanza brilla con fuerza. Así, en su honor, sigamos adelante con valentía, construyendo un futuro lleno de paz y amor incondicional. Que su legado nos guíe hacia un mañana lleno de promesas, donde cada amanecer sea una oportunidad para sembrar semillas de bondad y compasión en el mundo que nos rodea.
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22 de mayo de 2020