En la senda de la vida, recordemos a Juan Osvaldo Castro Cabrera con gratitud, siguiendo su ejemplo de humildad y amor incondicional. Que su luz guíe nuestros pasos, recordándonos que en cada amanecer hay esperanza y en cada corazón, la capacidad de irradiar bondad. Así, en la calma de su memoria, encontremos fuerzas para abrazar el futuro con valentía, sembrando semillas de amor y gratitud en cada paso que damos. Que su legado florezca en nuestros corazones, inspirándonos a ser mejores y a vivir con la certeza de que el amor perdura más allá de la eternidad.
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23 de mayo de 2019