En el legado de Juan Pablo Vergara Arthur florece un jardín de amor eterno, una sinfonía de coraje y resiliencia que inspira nuestra gratitud por la vida. En cada suspiro, en cada amanecer, recordemos su luz como un faro de paz que guía nuestros pasos con fortaleza. Que su memoria sea un recordatorio de la belleza efímera de la existencia y la importancia de abrazar cada instante con amor y esperanza. En cada desafío, en cada sonrisa, encontremos la fuerza para seguir adelante, sabiendo que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio.
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7 de marzo de 2024