En cada amanecer, el recuerdo de Juan Pinto Correa nos susurra que la humildad es el camino hacia la serenidad. Que cada sonrisa refleje amor y cada paso abrace la esperanza. Que en la sencillez de cada instante encontremos la fuerza para seguir adelante, con gratitud en el corazón y la luz de su legado guiando nuestro camino. Que la paz interior sea nuestro mayor tesoro y la compasión hacia los demás nuestra brújula. Recordemos que, en la eternidad del presente, el amor es la respuesta. Sigamos con fe y valentía, siempre agradecidos.
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11 de mayo de 2019