En el jardín de la vida, cada pétalo de amor que sembramos florece en gratitud y coraje. Que la luz de Juana Rosa Rabí Marta, como estrella en el cielo nocturno, nos guíe hacia la resiliencia y la paz interior. Que su legado nos inspire a abrazar cada amanecer con esperanza y cada anochecer con serenidad. Recordemos siempre que, en la danza eterna de la existencia, el amor es el hilo dorado que une pasado, presente y futuro. Con cariño y humildad, sigamos adelante, conscientes de que cada paso es una nueva oportunidad de crecer y florecer.
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6 de enero de 2020