En memoria de Julieta Lalanne Custey, recordamos su luz radiante que aún perdura en nuestros corazones. Que su amor infinito y su coraje inspirador nos guíen por caminos de resiliencia y gratitud. En cada atardecer, en cada amanecer, encontremos paz en la certeza de que el amor perdura más allá de la distancia. Que sus recuerdos nos abracen con ternura y nos impulsen a abrazar la vida con valentía y esperanza. En cada suspiro, en cada latido, recordemos que el amor es eterno y que Julieta vive en cada acto de bondad y en cada destello de esperanza.
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8 de abril de 2024