En la senda de la vida, que el recuerdo de Julio Enrique Quiroz González sea nuestro faro de amor inquebrantable, brindándonos coraje para afrontar desafíos, resiliencia para superar adversidades y gratitud por las lecciones aprendidas. Que su memoria nos inspire a abrazar la paz interior, cultivar la esperanza en nuestros corazones y valorar cada instante con intensidad. En su legado encontramos la fuerza para seguir adelante con determinación, amando sin reservas y manteniendo viva la llama de la esperanza que nos guía hacia un futuro lleno de luz y posibilidades.
Publicado en el archivo
1 de mayo de 2020