En memoria de Karl Huber Camalez, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que germinan en la oscuridad, cultivando coraje y resiliencia en nuestros corazones. A través de la tormenta, florecemos con paz, abrazando la luz que brilla en nuestro interior. Que cada latido sea un recordatorio de la fortaleza que nos habita, guiándonos con sabiduría por el sendero de la vida. Sigamos adelante con esperanza, confiando en que cada paso nos acerca a la plenitud que merecemos. En honor a su legado, sembremos amor y gratitud en cada rincón de nuestro ser.
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3 de octubre de 2019