En la memoria de Leopold Oliger Salvatierra, recordemos que el amor y la gratitud son luces que iluminan nuestro camino en la oscuridad. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a levantarnos ante las adversidades, sabiendo que la paz interior es nuestro más valioso tesoro. Agradezcamos cada momento, cada sonrisa, cada lágrima, pues en cada experiencia encontramos lecciones de vida que nos fortalecen. Que su espíritu gentil nos recuerde que, a pesar de las tormentas, siempre hay un arcoíris de esperanza en el horizonte, esperando ser descubierto con humildad y amor.
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6 de marzo de 2020