Recordemos a Lidia Barraza con gratitud en nuestros corazones, como un faro de amor y coraje. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con resiliencia y esperanza, encontrando paz en cada amanecer. En medio del dolor, sepamos que el amor perdura y que cada lágrima lleva consigo un destello de luz. Que su memoria nos recuerde la belleza efímera de la vida, invitándonos a vivir con intensidad y compasión. Que en su nombre florezcan nuevas semillas de esperanza, recordándonos que el amor es eterno y que la vida siempre nos brinda oportunidades para renacer.
Publicado en el archivo
19 de mayo de 2024