En memoria de Luis Alberto Arriagada Dotte, recordemos que el amor y la gratitud nos fortalecen en momentos de adversidad. Su legado nos inspira a cultivar la resiliencia y el coraje, recordando que incluso en la oscuridad más profunda podemos encontrar la luz de la esperanza. Que su paz interior sea un recordatorio de que la vida, aunque llena de desafíos, también está llena de belleza y oportunidades para crecer. Sigamos el camino con corazones abiertos y mentes serenas, encontrando en cada experiencia la semilla de transformación y renovación.
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23 de febrero de 2020