Que la llama del amor y la paz que encendió Luis Felipe Varela De La Carrera siga brillando en nuestros corazones, inspirándonos a abrazar la vida con valentía y gratitud. Que su legado de coraje y resiliencia nos recuerde que, incluso en la oscuridad, siempre hay una luz de esperanza que nos guía. Que su memoria sea un faro de amor y compasión, recordándonos que cada desafío es una oportunidad para crecer y transformarnos. Que en su nombre sigamos adelante, unidos en el espíritu de la solidaridad y la bondad, cultivando un mundo mejor para todos.
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2 de enero de 2020