Que el legado de Luis Rolando Le Feuvre Aracena sea un faro de amor y coraje, iluminando nuestros caminos en momentos de oscuridad. Que su resiliencia nos inspire a levantarnos una y otra vez, recordándonos la importancia de vivir con gratitud en el corazón. Que su paz interior trascienda, envolviéndonos en un manto de serenidad y esperanza. En cada amanecer, encontremos fuerzas para seguir adelante, recordando que el amor perdura más allá de la distancia. Que su recuerdo nos impulse a abrazar la vida con valentía y a afrontar cada desafío con fe inquebrantable.
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24 de noviembre de 2023