En la quietud de tu recuerdo, florecen semillas de amor eterno que guían nuestros pasos con la luz de tu serenidad, recordándonos que en cada amanecer resplandece la esperanza. Tu legado de humildad nos invita a abrazar la vida con gratitud y valentía, sembrando en nuestro ser la fortaleza para seguir adelante con fe y amor inquebrantable. En cada suspiro, en cada latido, en cada susurro del viento, perdura tu esencia como un faro de esperanza que nos alienta a seguir el camino con la certeza de que el amor verdadero trasciende la eternidad.
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15 de mayo de 2019