En memoria de Manuel Antonio Gallardo Arancibia, recordemos que el amor que sembró en cada corazón sigue brillando, como una luz eterna que nos guía con coraje y gratitud. En los momentos de oscuridad, recordemos su resiliencia y paz interior, un legado que nos inspira a seguir adelante con esperanza. Que su recuerdo nos impulse a abrazar la vida con valentía y compasión, abriendo nuestras alas al viento de nuevas oportunidades y aprendizajes. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir caminando con amor inquebrantable en nuestros corazones.
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12 de febrero de 2020