En el jardín de la vida, la semilla del amor plantada por Manuel florece eternamente, recordándonos que la resiliencia y el coraje son luz en la oscuridad. En su legado palpita la esencia de la gratitud, abriendo nuestros corazones a la paz interior que anhelamos. Que su memoria nos inspire a abrazar cada amanecer con esperanza, nutriendo con valentía nuestros sueños más nobles. Que su luz siga guiándonos en el camino, recordándonos que el amor es el puente que une pasado, presente y futuro en un abrazo eterno de esperanza y gratitud.
Publicado en el archivo
23 de octubre de 2019