En el legado de Manuel García Vera florecen semillas de amor que abrazan corazones con gratitud y nutren la resiliencia en tiempos de tormenta. Que su valentía inspire la fortaleza necesaria para seguir adelante con esperanza y paz en el camino. Recordemos su luz con cariño, dejando que su espíritu nos guíe hacia un futuro lleno de posibilidades y sueños por cumplir. En cada amanecer, encontremos motivos para sonreír y abrazar la vida con la misma pasión que él demostró. ¡Que su memoria sea un faro de esperanza en nuestras vidas!
Publicado en el archivo
17 de febrero de 2020