En el legado de María Angélica Contreras Gamboa perdura un faro de amor inquebrantable que guía nuestros pasos con coraje y resiliencia. Su luz nos invita a abrazar la gratitud por cada instante vivido, y a sembrar semillas de esperanza y paz en nuestro camino. Que su memoria sea un recordatorio de que, en la oscuridad, siempre podemos encontrar la fuerza interior para brillar y seguir adelante con bondad en nuestros corazones. Que su espíritu perdure en nosotros, inspirándonos a amar y vivir con intensidad, sabiduría y compasión.
Publicado en el archivo
11 de julio de 2019