En honor a la memoria de María Angélica Rodríguez Reyes, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la resiliencia en nuestro ser. Que su coraje ilumine nuestro camino en los momentos oscuros, recordándonos que la paz interior es un regalo precioso que merece ser protegido. Con cada latido de nuestro corazón, construyamos un legado de esperanza y bondad, honrando su espíritu luminoso. Que su ejemplo nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, recordando que en cada amanecer encontramos una nueva oportunidad para crecer y brillar.
Publicado en el archivo
17 de enero de 2020