En memoria de María del Carmen Pérez Pacheco, recordemos que el amor que sembró perdurará en cada corazón que tocó. Su coraje y resiliencia nos guían en tiempos de tribulación, recordándonos que la gratitud por cada momento vivido es un bálsamo para el alma. En su legado encontramos la paz que anhelamos, la cual nos invita a abrazar cada amanecer con esperanza y valentía. Que su luz continúe brillando en nosotros, inspirándonos a seguir adelante con fe y amor, sabiendo que en cada desafío hay una oportunidad para crecer y aprender.
Publicado en el archivo
21 de agosto de 2019