Que la luz del amor y la gratitud que María Dolores Yáñez Guzmán de Fontecilla sembró en su vida brille siempre en nuestros corazones, recordándonos la resiliencia, el coraje y la paz que podemos encontrar en cada nuevo amanecer. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con esperanza, a superar los desafíos con fortaleza y a valorar cada momento con gratitud. En su memoria, recordemos que el amor y la paz son fuerzas poderosas que nos guiarán en el camino hacia la sanación y la renovación. ¡Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y esperanza!
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19 de junio de 2019