En el jardín de la memoria de María Elia Cid Inostroza florecen las semillas del amor incondicional, la valentía para enfrentar desafíos, la resiliencia en tiempos difíciles, la gratitud por cada instante vivido y la paz que solo el alma noble puede conocer. Que su legado de luz inspire nuestros corazones a seguir adelante con fe y esperanza, recordando siempre que en los momentos más oscuros es donde brillamos con más intensidad. Que su recuerdo nos impulse a abrazar la vida con pasión y compasión, cultivando cada día un mundo más luminoso y amoroso.
Publicado en el archivo
26 de junio de 2019