Que la luz del amor que María Ercira Campos Cuevas sembró en cada corazón siga brillando con fuerza, recordándonos la importancia de abrazar la vida con coraje y gratitud. Su legado de resiliencia nos invita a seguir adelante, confiando en que cada paso que damos nos acerca un poco más a la paz interior. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fortaleza para seguir adelante, sabiendo que el amor que compartimos con quienes nos rodean es un regalo invaluable que perdura en el tiempo. Que su memoria nos inspire a vivir con pasión y esperanza.
Publicado en el archivo
30 de mayo de 2020