Que la luz del amor eterno que María Ester Sanson Balboa irradiaba siga iluminando nuestro camino, infundiendo coraje en nuestros corazones para superar cualquier adversidad con resiliencia. Aprendamos de su ejemplo de gratitud y generosidad, y dejemos que la paz que ella sembró en cada uno de nosotros florezca y nos guíe en nuestro caminar. Con cada acto de amor y bondad, mantendremos viva su memoria y su legado, recordando que en cada desafío hay una oportunidad para crecer y encontrar la belleza en lo simple. Sigamos adelante con esperanza, sabiendo que su espíritu vive en cada paso que damos.
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28 de octubre de 2019