En memoria de MARÍA ESTER URZÚA DE URETA, recordemos su legado de amor inquebrantable, coraje ante la adversidad y gratitud por las bendiciones cotidianas. Sigamos su ejemplo de resiliencia, abrazando la vida con paz en nuestros corazones y esperanza en cada amanecer. Que su luz perdure en nosotros, inspirándonos a ser compasivos, valientes y agradecidos en todo momento. En la senda de la vida, mantengamos viva la llama de la esperanza, uniendo nuestras manos en solidaridad y amor. En cada latido, encontremos fuerzas para seguir adelante con fe en el mañana.
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8 de abril de 2024