En honor a María Esther Guzmán Allendes, recordemos siempre el amor que sembró, la valentía que demostró y la resiliencia que la caracterizó. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con gratitud, afrontando cada desafío con la certeza de que la paz interior es posible aún en tiempos turbulentos. Cultivemos la esperanza como ella lo hizo, con la certeza de que, aunque el camino sea difícil, el amor y la fe en un mañana mejor nos guiarán. Que su memoria nos impulse a vivir con pasión y compasión, enalteciendo cada momento con generosidad y bondad.
Publicado en el archivo
23 de septiembre de 2019