Que el amor inquebrantable de María Isabel Valenzuela Estévez siga iluminando nuestro camino, recordándonos la importancia de la gratitud y la resiliencia. Su legado de coraje y bondad perdurará en nuestros corazones, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, la esperanza brilla con fuerza. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la paz que ella irradiaba, llevando su luz hacia adelante con valentía. Que su memoria inspire nuestra propia determinación para abrazar la vida con amor y compasión, recordando siempre que cada día es una oportunidad de renovar nuestra fe en el futuro.
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13 de diciembre de 2019