En honor a María Mercedes Barrientos Valenzuela, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que germinan en el alma, nutriendo nuestros corazones con coraje y resiliencia. Que su memoria sea fuente de paz y esperanza, inspirándonos a abrazar la vida con valentía y compasión. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fuerza para seguir adelante, sabiendo que su luz perdura en cada acto de bondad y generosidad. Que su legado nos llene de calma y serenidad, recordándonos que el amor trasciende la distancia, abrazando nuestras almas en un eterno abrazo de luz.
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12 de agosto de 2019