En el recuerdo de María Ángela Aguilar Caro, hallamos un legado de amor inextinguible que nos inspira a abrazar con gratitud cada instante de vida. Su coraje ante la adversidad resplandece como faro de esperanza, recordándonos que la resiliencia es un don que yace dentro de cada corazón. En su memoria, cultivemos la paz interior que ella irradiaba, nutriendo nuestros sueños con la certeza de que, aunque el camino sea escarpado, el amor siempre será nuestro guía inquebrantable. Que su luz perdure en nosotros, recordándonos que el amor es eterno y la esperanza, indestructible.
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3 de septiembre de 2019