En la memoria de María Ángeles Gazaga Diego, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la paz interior. Su coraje y resiliencia nos inspiran a abrazar la vida con valentía y esperanza. Que su luz siga guiando nuestros pasos, recordándonos que cada amanecer es una nueva oportunidad para regalar bondad y compasión al mundo. En cada suspiro, en cada momento de silencio, sintamos su abrazo reconfortante, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia. Que en su legado encontremos fuerza para seguir adelante con fe y amor inquebrantable.
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4 de octubre de 2019