En el jardín de la vida, el amor y coraje de María Rosa Raquel Quijada Hermosilla florecen eternamente, recordándonos que la resiliencia y gratitud son semillas de paz que germinan en nuestros corazones. Que su luz guíe nuestros pasos con esperanza y fortaleza, inspirándonos a abrazar cada amanecer con amor inquebrantable. En cada lágrima una sonrisa, en cada nostalgia un abrazo, en cada desafío una oportunidad para crecer. Que la memoria de María Rosa Raquel Quijada Hermosilla sea un faro de luz en nuestras vidas, recordándonos que el amor perdura más allá de la eternidad.
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25 de agosto de 2019