En el legado de María Sylvia Sotta Fleischmann encontramos lecciones de amor incondicional, fortaleza y gratitud, recordándonos que la resiliencia es un faro en la oscuridad. Que su memoria nos inspire a abrazar cada día con valentía y compasión, a amar sin límites y a encontrar paz en los pequeños momentos de la vida. Sigamos su ejemplo, cultivando la esperanza y sembrando alegría en nuestro camino. En cada sonrisa, en cada abrazo, encontremos la luz que ella nos legó. Que su espíritu perdure en nosotros, recordándonos que el amor es eterno.
Publicado en el archivo
28 de mayo de 2020