En el corazón de quienes amaron a María Teresa Eyheramendy Andueza, su luz brillará eternamente, recordándonos el valor del amor incondicional, la fortaleza para enfrentar desafíos con coraje, la capacidad de renacer con resiliencia en medio de la adversidad, la importancia de dar gracias por cada instante de vida y la paz que llega al aceptar el paso del tiempo. Que su legado nos inspire a abrazar con gratitud cada nuevo amanecer, a seguir adelante con esperanza y a cultivar un espíritu generoso que ilumine el mundo con amor y compasión.
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21 de julio de 2019