Que el legado de MARÍA TERESA SAAVEDRA FERNÁNDEZ sea un faro de amor y coraje en nuestras vidas, recordándonos la importancia de la resiliencia y la gratitud. Que su memoria nos inspire a abrazar cada día con paz en nuestros corazones, sabiendo que incluso en la oscuridad más profunda, la luz del amor siempre encuentra su camino. Que su espíritu nos guíe en momentos de incertidumbre, recordándonos que la esperanza es un regalo precioso que merece ser cultivado con valentía y compasión. Que su recuerdo sea un recordatorio de que el amor perdura más allá de la vida terrenal.
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29 de enero de 2024