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En memoria de María Virginia Concha de Behncke, celebremos su legado de amor inquebrantable, coraje eterno y gratitud infinita. Que su espíritu resiliente nos inspire a abrazar la vida con esperanza y paz, recordando que cada desafío nos fortalece y cada acto de bondad construye un mundo mejor. Sigamos adelante con fe en nuestro corazón, reconociendo que la luz de su alma sigue brillando en cada sonrisa y en cada gesto de amor. Que su amor perdure en cada latido, recordándonos que el legado de bondad es eterno.
Publicado en el archivo
2 de marzo de 2020