Que la luz del amor que MARCELO SILVA IRIBARNE compartió con el mundo siga iluminando nuestros corazones, recordándonos el coraje de enfrentar los desafíos con gratitud y esperanza. Su legado nos enseña la importancia de la resiliencia y la bondad en tiempos de adversidad, inspirándonos a abrazar la vida con valentía y compasión. Que su memoria sea un recordatorio de la paz que encontramos en los buenos recuerdos y en el amor inquebrantable que perdura más allá de la despedida. Que su espíritu perdure en cada acto de amor que sembramos en el mundo.
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15 de abril de 2024