Que la luz del amor que Margot Costadoat de Alcalde irradiaba con su valentía y resiliencia, nos inspire a abrazar cada día con gratitud y paz en nuestros corazones. En su memoria, recordemos que la vida está tejida de momentos dulces y amargos, pero es en la oscuridad donde más brilla la luz de la esperanza. Sigamos adelante con la certeza de que cada desafío nos fortalece y cada lágrima nos purifica. Honremos su legado viviendo con la misma pasión y generosidad que ella demostró, recordando siempre que el amor es el verdadero motor de la vida.
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24 de marzo de 2020