En el legado de Maria Antonieta Figueroa Salvatierra vive un testimonio de amor inquebrantable, coraje excepcional y resiliencia inagotable. Que su ejemplo ilumine nuestro camino, recordándonos la importancia de la gratitud y la búsqueda constante de la paz interior. Que en cada amanecer encontremos fuerzas para abrazar la vida con valentía y optimismo, honrando su memoria con cada paso que damos. Que su espíritu amoroso nos guíe en momentos de oscuridad, recordándonos que la esperanza siempre florece, trazando un camino de luz y consuelo en medio de la tormenta.
Publicado en el archivo
9 de mayo de 2020