Que la luz del amor de María Eugenia Hernández Parra ilumine nuestros corazones con coraje para enfrentar los desafíos, con gratitud por los momentos compartidos y con resiliencia para seguir adelante. En su memoria, recordemos que la paz interior es un regalo precioso que podemos cultivar cada día. Que su legado de bondad y esperanza nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión. En cada amanecer y atardecer, sintamos su presencia amorosa guiándonos hacia un mañana lleno de posibilidades y alegría. Que su espíritu perdure en nosotros, recordándonos que el amor es eterno.
Publicado en el archivo
16 de marzo de 2024