Que la memoria de María Silvia Tapia sea un faro de amor y gratitud, guiándonos con su coraje y resiliencia. En su legado encontramos la fuerza para abrazar la vida con esperanza, nutriendo nuestro espíritu con la paz que solo el amor verdadero puede brindar. Sigamos adelante con valentía, sabiendo que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para regocijarnos en las pequeñas alegrías y encontrar consuelo en la belleza que nos rodea. Que su luz nos inspire a seguir, recordando siempre que el amor perdura más allá de la distancia.
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28 de enero de 2024