En el jardín de la vida, las semillas que siembras con amor y humildad florecen eternamente, recordándonos que la serenidad nos guía en cada paso. Que el legado de Martín Avendaño Lillo sea la luz que ilumine tus días, inspirándote a abrazar con esperanza cada amanecer, sabiendo que en cada reto hay una oportunidad de crecer y de compartir amor con el mundo. Mantén viva la llama de la bondad en tu corazón, y verás que en cada sonrisa y en cada gesto de generosidad, perdura su esencia, invitándonos a seguir adelante con valentía y gratitud.
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20 de mayo de 2019