En memoria de Marta Blanco Vidal, recordemos su coraje para enfrentar desafíos con gratitud, su resiliencia para renacer de las cenizas con amor, y su paz interior que irradiaba esperanza. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, a sembrar semillas de bondad en cada acto, a encontrar luz en la oscuridad, y a sostenernos mutuamente en tiempos de tribulación. Que el recuerdo de Marta nos enseñe que, incluso en la tristeza, podemos encontrar belleza, y que en los momentos de pérdida, podemos cultivar la fuerza para seguir adelante con fe y amor inquebrantable.
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25 de abril de 2020