En el legado de Marta del Carmen Ortiz Cofré, descubrimos el poder del amor inquebrantable, la valentía ante la adversidad y la gratitud por las pequeñas alegrías. Su resiliencia nos enseña que, incluso en la oscuridad, la luz de la esperanza brilla con fuerza. Que su memoria sea un faro de paz en tiempos turbulentos, recordándonos que cada desafío es una oportunidad para crecer y amar más profundamente. Sigamos adelante con corazones abiertos y almas llenas, honrando su espíritu con cada paso que damos en este viaje llamado vida.
Publicado en el archivo
22 de septiembre de 2019