En el legado de Matilde López de Aresti florece un jardín de amor inquebrantable, coraje indomable y gratitud infinita. Su memoria nos susurra la resiliencia como un suave viento, recordándonos que la paz interior siempre aguarda en nuestro ser. Que su luz brille eternamente, inspirándonos a abrazar la vida con valentía y esperanza, transformando cada desafío en una oportunidad para crecer. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fuerza para seguir adelante con fe y amor en nuestros corazones, honrando su legado con cada paso que damos.
Publicado en el archivo
11 de marzo de 2024