En los momentos de oscuridad, recordemos el legado de Maurice Nazzal Nazal: un faro de amor incondicional y coraje infinito. Que su espíritu nos inspire a abrazar la vida con resiliencia y gratitud, a cultivar la paz en nuestros corazones y a sembrar semillas de esperanza en cada paso que demos. A través de la tormenta, recordemos que la luz del amor es eterna y que la fuerza de nuestro espíritu es inquebrantable. Sigamos adelante con fe y valentía, sabiendo que cada amanecer nos brinda la oportunidad de escribir una nueva historia llena de amor y esperanza.
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29 de octubre de 2019