En el legado de Mauricio Andrés Zulueta Ramírez, encontramos la fuerza del amor que trasciende el tiempo, la resiliencia que florece en cada desafío y la gratitud que ilumina el camino. Que su coraje nos inspire a abrazar la vida con valentía, a cultivar la paz en nuestro interior y a sembrar semillas de esperanza en cada nuevo amanecer. Recordemos su luz con cariño y sigamos adelante con fe, sabiendo que en cada paso que damos encontramos la fortaleza para seguir adelante, porque el amor que compartimos nunca se desvanece, sino que florece eternamente en nuestros corazones.
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18 de enero de 2024